1) En el año 2003 habíamos llegado a un acuerdo con
el Grupo Plaza para testear el rendimiento de Smart Motor
Oil ( SMO ) en los micros de servicios urbanos; para este
cometido este conglomerado de autotransporte público de
pasajeros nos ofreció una unidad equipada con motor Scania
perteneciente a la lìnea 114, y cuyo nùmero interno era 1242,
como plataforma de ensayos.
Hasta ese preciso momento, la unidad en cuestión consumía
quince litros de fluidos para cárter en promedio mensual; al
usar SMO, el consumo mensual redujo a menos de cinco litros.
2) Nuestro primer cliente era una empresa de autotransporte
de pasajeros de media y larga distancias llamada El Onda.
Durante un lustro esta empresa nos compraba regularmente
SMO hasta fue adquirida por otra empresa colega de mayor tamaño.
Mientras El Onda usaba SMO, sus mecánicos no dejaban de expresarse
satisfacción y admiración con respecto a nuestros fluidos. El mecánico
jefe, que se llamaba José, prácticamente se había hecho un ferviente
hincha de SMO. En más de una ocasión este veterano profesional nos
confesó que durante tanto tiempo trabajando como mecánico nunca
había visto un aceite lubricante tan noble y rendidor como SMO.
Luego de que El Onda fuese adquirida por otra empresa colega, tuvimos
el último encuentro con José, en esta oportunidad él admitió que cuando
el nuevo dueño ordenó evacuar SMO de todas las unidades de ex El Onda,
él casi se largaba a llorar.
La sinceridad y la ferviente admiración hacia SMO del mecánico José,
realmente nos conmovió.
3) Un taller mecánico que se ubica en el barrio porteño de Villa Crespo
es un gran especialista en mantenimiento y reparación de motores Cummins.
El cual durante los años 2005 y 2007 habìa sido cliente regular de SMO.
Cuando el dueño de este taller decidió dejar de comprarnos, ofreció una
explicación muy coherente y sincera. Él nos dijo que el problema no era la
calidad de los fluidos, por el contrario eran de calidad excepcional, sino que
al ofrecerle a su clientela SMO los cuales volvian al taller cada vez más
espaciados para reponer o cambiar fluidos y mucho menos para realizar
reparaciones mayores de motores.
Al escuchar esta aseveración, nos sentimos realmente muy orgullosos.
Mientras tanto este tallerista usaba SMO en su camioneta 4x4, y nos
dijo que lo impresionaba el hecho de que se sentía que el vehìculo aligerase
andando en la calle.
el Grupo Plaza para testear el rendimiento de Smart Motor
Oil ( SMO ) en los micros de servicios urbanos; para este
cometido este conglomerado de autotransporte público de
pasajeros nos ofreció una unidad equipada con motor Scania
perteneciente a la lìnea 114, y cuyo nùmero interno era 1242,
como plataforma de ensayos.
Hasta ese preciso momento, la unidad en cuestión consumía
quince litros de fluidos para cárter en promedio mensual; al
usar SMO, el consumo mensual redujo a menos de cinco litros.
2) Nuestro primer cliente era una empresa de autotransporte
de pasajeros de media y larga distancias llamada El Onda.
Durante un lustro esta empresa nos compraba regularmente
SMO hasta fue adquirida por otra empresa colega de mayor tamaño.
Mientras El Onda usaba SMO, sus mecánicos no dejaban de expresarse
satisfacción y admiración con respecto a nuestros fluidos. El mecánico
jefe, que se llamaba José, prácticamente se había hecho un ferviente
hincha de SMO. En más de una ocasión este veterano profesional nos
confesó que durante tanto tiempo trabajando como mecánico nunca
había visto un aceite lubricante tan noble y rendidor como SMO.
Luego de que El Onda fuese adquirida por otra empresa colega, tuvimos
el último encuentro con José, en esta oportunidad él admitió que cuando
el nuevo dueño ordenó evacuar SMO de todas las unidades de ex El Onda,
él casi se largaba a llorar.
La sinceridad y la ferviente admiración hacia SMO del mecánico José,
realmente nos conmovió.
3) Un taller mecánico que se ubica en el barrio porteño de Villa Crespo
es un gran especialista en mantenimiento y reparación de motores Cummins.
El cual durante los años 2005 y 2007 habìa sido cliente regular de SMO.
Cuando el dueño de este taller decidió dejar de comprarnos, ofreció una
explicación muy coherente y sincera. Él nos dijo que el problema no era la
calidad de los fluidos, por el contrario eran de calidad excepcional, sino que
al ofrecerle a su clientela SMO los cuales volvian al taller cada vez más
espaciados para reponer o cambiar fluidos y mucho menos para realizar
reparaciones mayores de motores.
Al escuchar esta aseveración, nos sentimos realmente muy orgullosos.
Mientras tanto este tallerista usaba SMO en su camioneta 4x4, y nos
dijo que lo impresionaba el hecho de que se sentía que el vehìculo aligerase
andando en la calle.
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